martes, 23 de enero de 2024

Comienza el año del Turismo Comunitario en Bolivia


Fundidos en la absoluta belleza natural y la calidez de la cultura, rincones del país poco explorados hasta ahora se preparan para una nueva etapa, un año que el Gobierno pretende sea dedicado al turismo comunitario.

“De un tiempo a esta parte, el turismo comunitario, los emprendimientos de base comunitaria, han sido un poco descuidados, desatendidos, sin embargo, nosotros estamos teniendo acercamientos con nuestras organizaciones sociales que nos representan, el sentir de nuestras comunidades; entonces vamos a trabajar para darles el lugar que se merecen”, explicó el viceministro de Turismo, Iver Flores.

Tres pilares sustentan este propósito: una base normativa que ya está en elaboración, la capacitación y la orientación de las comunidades, así como el mejoramiento, todo de la mano de estos pueblos que ven en el turismo una oportunidad para inyectar recursos a su economía, así como mostrar su belleza y cultura.

El primer y fundamental paso ya está en marcha: un reglamento. “Hay que certificarlos, es decir, nosotros para poder cooperar con ellos (pueblos) todavía no tenemos un sustento legal, es por eso que vamos a trabajar en el Reglamento del Turismo Comunitario, estamos trabajando, es por eso que tenemos estos acercamientos con ellos”, indicó el viceministro.

Turismo comunitario

Se busca que esta labor sea coordinada con las comunidades, dado que con el marco legal en vigencia, nuevas oportunidades pueden abrirse.

“Vamos a hacer un pacto, un convenio también con nuestro Pacto de Unidad, porque a través de ellos vamos a llegar a todos los rincones de Bolivia; justamente este reglamento va a fortalecer ese sector, porque en la medida que ellos sean reconocidos van a poder acceder también a créditos financieros”, aseveró Flores.

El mejoramiento de las condiciones de estas comunidades es igualmente fundamental en este desafío. Además de los créditos que pueden obtener, el Gobierno planifica inversión para el potenciamiento del turismo durante esta gestión.

“El turismo de base comunitaria va a ser un potencial para este 2024, sin duda alguna vamos a fortalecer esos destinos, con vías de acceso, servicios básicos”.

El viceministro adelantó que para este año se prevé una inversión de Bs 200 millones en tres programas de impulso al turismo.

El tercer pilar de este objetivo es la capacitación. Un trabajo cercano con las comunidades permitirá potenciar sus habilidades y mejorar posibles debilidades.

“Hay comunidades con vocación turística que desde su punto de vista han hecho lo que han podido, pero acá está el Gobierno nacional; nosotros, desde el Viceministerio de Turismo, vamos a fortalecer la asistencia técnica, capacitación, cursos también para que nuestros hermanos se puedan formar para ser guías, el tema de manipulación de alimentos y tantas cosas que faltan en las comunidades”, remarcó Flores.

Esta estrategia que se pretende aplicar en esta gestión es solo un empujón para un área del turismo que ya ha mostrado un importante potencial y que ahora se viene recuperando de forma progresiva.

“Antes de la pandemia hemos tenido varios emprendimientos comunitarios que estaban fortalecidos”, contó María Lourdes Benavides, presidenta de la Cámara Nacional de Operadores de Turismo (Canotur).

Sin embargo, como sucedió con todo el turismo, la emergencia por el COVID-19 y sus consecuentes cierres de fronteras y confinamientos de la primera etapa frenaron este trabajo que tomaba fuerza. Benavides señaló que en algunos casos, las comunidades se vieron orilladas a tomar otros rumbos debido a la pandemia.

“Tuvimos comunitarios que han sido apoyados tanto por la empresa privada como la empresa pública, han visto otras opciones de trabajo, porque ya no podían vivir del turismo, por la baja de turistas que hemos tenido. De todos modos ahora, en la recuperación y en la reactivación de nuestro rubro, estamos viendo que están emergiendo nuevas opciones respecto al turismo comunitario”, complementó Benavides.

La fusión entre la cultura y la belleza natural es la apuesta que ha llamado la atención de los visitantes, que tras la pandemia ven en el país una buena opción.

“Hemos visto que hay opciones, por ejemplo, en las cascadas de Hampaturi, tenemos el Laberinto de Gigantes y otras opciones interesantes en cuanto a La Paz. Hemos visto que se ha reactivado Chalalán (albergue ecológico), por ejemplo, de lo que ya no estaban recibiendo turistas ya están ahora un poco más activos, se está reorganizando también la comunidad en ese lugar”, afirmó la presidenta.

Mientras el Gobierno impulsa su plan, para la Canotur hay una clara oportunidad en las opciones comunitarias para atraer a los turistas. La institución se encuentra atenta e incluso se prevé una coordinación con las comunidades y con el viceministerio del área para un trabajo conjunto y coordinado en favor del rubro en general.

“Como empresa privada, como empresarios privados de Canotur, nuestra labor es identificar qué emprendimientos comunitarios están ahora, tanto los emergentes como los anteriores, saber cuáles están activados y quieren además reactivarse”, aseveró Benavides.

Beneficios del turismo

Aspectos como la accesibilidad y la seguridad, así como comprobar un beneficio en toda la comunidad, son parte de lo fundamental para que un destino turístico crezca. Y el plan del Gobierno busca incidir en esto.

Los primeros pasos dados por los pueblos con su intuición y, en algunos casos, apoyo privado y estatal, han servido para colocar al turismo comunitario en el mapa de visitantes nacionales y extranjeros.

“He visto que hay mucho potencial en algunas comunidades; por ejemplo, en Jatun Yampara, en Sucre, ya hay un emprendimiento muy interesante, donde la comunidad muestra los tejidos, sus sabores, sus saberes; hacen participar al turista en la elaboración de la comida”, relató Benavides.

Personas llegan desde otros continentes para ser parte de este intercambio de culturas, esta convivencia en paisajes naturales y saberes que permiten pausar la vida de las agitadas rutinas.

“Los extranjeros, sobre todo europeos, son los que más valoran este tema; asiáticos también están interesados”, dijo la ejecutiva.

Así, para estos pueblos brillan nuevos rumbos. “Sin duda alguna este año va a ser un Año del Turismo Comunitario, porque Bolivia es un país muy diverso, una síntesis de Sudamérica y más allá de eso tenemos algo que no tienen muchos: la riqueza viva, la riqueza cultural”, subrayó Flores.

Luego del duro golpe de la pandemia del COVID-19, con sus confinamientos y cierre de fronteras, el turismo ha ido en una recuperación progresiva en el país.

Las cifras de visitantes que llegaron desde el extranjero hasta los diferentes atractivos mejoraron y también los turistas nacionales se han animado a viajar más dentro de las fronteras.

De acuerdo con los datos del Viceministerio de Turismo, en 2022 se movieron por el territorio 2.782.166 turistas nacionales, mientras que un año después esta cifra creció a 3.196.295, lo cual representa un crecimiento de 15%, según las proyecciones.

“Hace un incremento del 15% respecto a la gestión 2022, es decir que estamos con mejores cifras de crecimiento en el ámbito del sector del turismo interno”, expresó el viceministro de Turismo, Iver Flores. Además, esto significa un movimiento de Bs 2.109 millones (casi $us 300 millones).

En cuanto al turismo receptivo, es decir, de extranjeros que llegan al territorio nacional, también se aprecia un crecimiento.

La baja más significativa se produjo en 2020, por la emergencia sanitaria del COVID-19, pero ya se observa una recuperación: el año pasado se recibió a 1.096.724 turistas, lo que significa un aumento respecto a 2022, cuando la cifra llegó a 724.035, con un movimiento estimado de $us 803 millones.

En general, el viceministerio estima una inyección de al menos $us 1.103 millones, solo el año pasado. Y aunque los datos son positivos, la ambición es mejorar en esta gestión con nuevas metas.

El impulso al turismo, de la mano con las comunidades, pasa desde los pequeños pueblos hasta los grandes y conocidos destinos. Todos serán parte de este ambicioso proyecto del Gobierno, que busca mejorar las ya más elevadas cifras de captación de turistas de la pasada gestión.

Sin duda uno de estos destinos es el Salar de Uyuni. Visitado por centenares de turistas nacionales y extranjeros al año, esta belleza natural ha sido catalogada recientemente como uno de los 52 mejores destinos a visitar en este año, por el prestigioso diario estadounidense The New York Times.

“Uyuni es uno de los destinos consolidados de Bolivia y reconocidos por todo el mundo, este año ha sido catalogado como uno de los 52 destinos imperdibles a nivel mundial. Nosotros estamos trabajando a través de la CAF un préstamo externo para la construcción de tres hoteles, tres restaurantes, una Escuela de Turismo, básicamente estamos en 12 municipios”, aseveró Flores.

Se prevé que las alcaldías den una contraparte para consolidar este proyecto hasta 2025. Para la Cámara Nacional de Operadores de Turismo (Canotur), con una nueva presidenta este año, la apuesta va también por la integración de Bolivia con la región y la creación de puentes turísticos.

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